"Solo puedes amar a tu hija. No puedes salvarla" – Las conversaciones de Joan Didion con su psiquiatra


El 4 de octubre de 2000, Joan Didion le contó a su psiquiatra Robert MacKinnon que estaba teniendo estas fantasías de nuevo. La invadieron durante un servicio religioso al que asistió con su hija Quintana, donde se bendecían animales. ¿Y si se desataba un incendio? ¿Cómo podría proteger a Quintana?
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Siempre ha sido así, dice, incluso de niña: siempre esperaba lo peor. El psiquiatra, al que ve una vez por semana desde hace meses, lo confirma: «En tu mente, la preocupación está mezclada con el amor. No crees que puedas amar sin preocuparte». Más bien, dice, tiene que preguntarse qué propósito tienen estas preocupaciones.
Joan Didion tenía motivos para temer por su hija. Quintana, de 34 años, era alcohólica, sufría de depresión y, en ocasiones, tenía tendencias suicidas. Como consecuencia, Didion era prácticamente incapaz de escribir en aquella época. Esto intensificó su miedo: escribir era esencial para la existencia de la escritora.
Durante su terapia, Didion se dio cuenta de que su comportamiento contribuía a las tensiones. «Solo puedes amarla. No puedes salvarla», dijo una vez el psiquiatra. Su miedo hacía que Quintana dependiera de ella.
Intensidad a través de la moderaciónEsta perspectiva del mundo emocional y mental de Joan Didion la ofrece su nuevo libro, publicado casi cuatro años después de su muerte. Didion falleció en 2021 a los 87 años. «Notas para John» recopila las notas que la autora tomó de sus sesiones de terapia a lo largo de varios meses. Son transcripciones detalladas en las que cita al psiquiatra MacKinnon («Él dijo»), alternando con sus respuestas, relatando experiencias y recuerdos («Yo dije») durante las sesiones.
El diario se encontró en el estudio de Didion tras su muerte, dirigido a su esposo, el novelista y guionista John Gregory Dunne, con quien llevaba 36 años casada. Aparece en los textos como «tú».
Joan Didion siempre escribió libros personales. Lo hacía con una serenidad y una moderación que intensificaban lo que se decía. No se detenía en las emociones; cada palabra parecía alargada. Esto es lo que la hace tan brillante. El libro sobre su terapia ofrece una mirada tan íntima y desorganizada al yo interior de la autora que uno se pregunta: ¿Fue su intención hacer accesibles estos textos a la posteridad?
Un matrimonio simbióticoDidion se dio a conocer fuera de Estados Unidos principalmente por sus memorias "El año del pensamiento mágico", sobre la repentina muerte cardíaca de John Gregory Dunne en 2003. La pareja era muy unida. Didion también habla de esta "dualidad", en la que prácticamente no había espacio para nadie más, en su terapia. Quintana también fue adoptada. ¿Su hija a veces se sentía molesta?
Didion dedicó su libro de 2011, "Horas Azules", a Quintana y a su dolor por la pérdida. Quintana falleció de pancreatitis casi dos años después de Dunne. Tenía 39 años. Pasó los últimos meses de su vida en la unidad de cuidados intensivos con una serie constante de nuevos problemas de salud. Su muerte probablemente se debió a su grave alcoholismo.
De hecho, conociendo las notas de la terapia, se puede afirmar que lo peor, como siempre temió, había sucedido en la vida de Didion. Aunque ella misma lo habría considerado una simple coincidencia, pues a pesar de las profecías autocumplidas, era demasiado racional y nada esotérica.
Solo gracias a "Notas para John" se hace evidente la omnipresencia de los problemas con Quintana en la vida cotidiana. Los desplomes y las recaídas. Mentiras, decepciones, esperanzas renovadas. Fueron el impulso para que Didion comenzara su propia terapia.
Fragilidad y fuerzaLa ensayista estadounidense Janet Malcolm dijo una vez: «Si uno pudiera presenciar el psicoanálisis a través del ojo de una cerradura, se aburriría». Eso es, en cierta medida, lo que ocurre al leer este libro. Los textos se publicaron exactamente como los escribió la autora, por lo que resultan algo redundantes.
Las conversaciones giran en torno a la propia infancia de Didion, quien creció con un padre deprimido y reclutado durante la Segunda Guerra Mundial. El psiquiatra sugiere que interiorizó el miedo por su padre: la pérdida inminente como parte del amor, y que esta es la base de su miedo actual por sus seres queridos.
Didion refuerza la imagen de una mujer aparentemente frágil, pero con gran fortaleza psicológica, que tuvo que escribir para combatir el vacío de sentido. Incluso de niña, prefería estar sola. Cuando la invitaban a su casa, a veces se retiraba a su estudio, evadiéndose de la vida social.
La lectura deja una sensación de ambivalencia sobre las expresiones emocionales, pues son inusuales en Didion. En sus memorias, Didion nunca menciona que llora. Es innecesario. Esta contención es conmovedora. En terapia, llora y lo escribe. Asimismo, gracias a "Notas para John", el mundo ahora se entera de que una vez tuvo cáncer. Ni siquiera sus amigos más cercanos lo sabían, pues era tan discreta.
Tal vez no le importabaCuando se trata de escritos personales que se publican póstumamente y sobre los cuales el autor no ha dejado ninguna nota, uno siempre puede preguntarse: ¿Habría querido que otros leyeran esto?
Esta cuestión surgió recientemente en la correspondencia entre Max Frisch e Ingeborg Bachmann. El esposo de Sylvia Plath, Ted Hughes, supuestamente censuró y destruyó partes de los diarios de la poeta; nunca se sabrá si Plath habría consentido su publicación de esta forma. Los diarios de Franz Kafka, al igual que sus novelas, se publicaron contra su voluntad.
En un ensayo de 1998, la propia Didion criticó la publicación de una novela de Ernest Hemingway después de su muerte, considerándola una traición, porque el escritor no la había deseado: el texto no le parecía suficientemente bueno.
El patrimonio de Didion y John Dunne ha sido donado a la Biblioteca Pública de Nueva York. Desde fotografías, cartas y manuscritos hasta los menús de sus cenas, también incluye las notas originales de terapia, que ahora son accesibles para todos.
Los administradores y herederos de Didion afirman desconocer si Didion habría consentido la publicación. Lo que sí se puede afirmar es que, si no hubiera querido que se publicaran las notas por ningún motivo, probablemente las habría anotado o destruido como si nunca hubieran existido.
Joan Didion: Notas para John. Knopf, Nueva York 2025. 224 pp. Fr. 36.90. La traducción al alemán se publicará en noviembre por Ullstein Verlag.
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